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Estoy falto de inspiración... Se habrán dado cuenta... Y estoy algo ocupado.
Pero, un hecho importante me mueve a redactar estas modestas líneas...

Belén Francese ha sacado un libro.

Este país debe ser borrado del mapa por el fuego purificador, fruto de la vergüenza que nos debe provocar este despropósito. No nos va a alcanzar la eternidad para pedirle perdón a la humanidad toda por esto.
Malditos sean... Malditos sean todos...
Especialmente el editor y toda la runfla de idiotas que lo compren.
Mueran.

Corrasé(N) 'pal dofón

Todos sabemos de la impericia de los ancianos.
En este y el Almácigo original han habido cientos de post dedicados a la maldad de las viejas, y a otras tantas malas acciones realizadas por los gerontes.
Lejos está de mí pretender la eliminación de los pobres vejetes, no. Pero si propongo, a través de este humilde medio, promover la educación de los mismos... No se con qué método... No me pidan tanto... ¿Un palo?...
Esto suele pasar con todas las personas... pero más con las viejas.
Viajando en el bondi...
Suelo sentarme atrás... Costumbre... No tengo una teoría para explicarlo... Creo que es por paranoia...
En fin... La cosa es que me siento atrás. Y se va llenando el bondi.
Y vieron como es esto de los bondis. Como tómbola por calles angostas, la gente salta que da miedo. Puteadas al conductor. Frenadas imprevistas.
Todos hemos sufrido esto... Pero con los viejos es peor.
Nunca, JAMÁS, se agarrran de las barandas y demases. SIEMPRE van caminando por el medio del bondi. Y cuando se viene el arrancón, ¡zas! contra el asiento del fondo.
Y salen con: "¡este tipo!", "¡chofer hijo de puta!", "¿no ve que soy jubilada?".
Pero el otro día (dos semanas atrás), la cosa fue personal.
Una vieja, luego de sacar el boleto (que está cada día más caro) se queda parada en el medio del pasillo, mirando para afuera. El colectivero, fiel a su instinto colectiveril, arranca... y la vieja se va al cuerno.
Empieza a dar tumbos, hasta que choca con uno que estaba parado por ahí. Se disculpa. El tipo no dice nada.
En cada semáforo, esquina o bache, la vieja sale volando. Siempre golpeándose con alguien. Siempre puteando al chofer (que, es verdad, es un hijo de puta).
El bondi llega al final del recorrido, todos lo sabemos, la vieja también... Pero no se agarra.
El chofer frena, la vieja vuela... y me pega en el hombro con su horrible y enorme culo. "¡Este tipo está loco!" me dice...
Digo yo... Si sabés que vas a viajar como zapallo, que el bondi va a los chapazos, que no les importa un corno a los choferes si hay embarazadas, viejas, pendejos, quebrados, gatos y demás, ¿por qué mierda no te agarrás de algo?
Yo entiendo que puede pasar que te vayas al caño en una mala maniobra; que frenen de golpe y te agarren pensando en la futilidad de la vida de los cangrejos del norte del pacífico y le des un cabezazo al timbre. Pero agarrate de algo, carajo...
Y no me pegues con tu enorme culo, por favor...